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Toma de decisión. ¡Qué decisión!

Las grandes decisiones, ¿deben estar basadas en datos y hechos… o en la intuición?

Cuando nos enfrentamos al importante momento de la toma de decisión, nos preguntamos si debemos confiar más en nuestra intuición o recopilar mayor información antes de decidir. Aquí, hay dos factores a considerar.

El primero de ellos, es si recopilar más datos te va a ayudar a escoger la opción correcta. El segundo factor, será el contexto en el cuál debes tomar la decisión.

Si, como es necesario en estos momentos, tienes que diferenciarte de tus competidores, probablemente seguir tu intuición será más recomendable que apostar a la racionalidad. En este punto, autores como Malcolm Gladwell (Blink), Simon Sinek (Start with Why), Dan Ariely (Irrational Decision Making) y Martin Lindstrom (Brand Futurism) han investigado y todos llegan a conclusiones similares.

En el 85% de los casos lo que hacemos es comportarnos irracionalmente y solo en un 15% de manera racional.

Esto se maximiza en circunstancias como las que estamos viviendo que son un “marcador emocional”. Por ejemplo, el nivel de superstición se ha duplicado y eso refuerza la predominancia de conductas más irracionales.

Gladwell plantea que muchas veces podemos tomar mejores decisiones con menos información. En Blink, esto se refuerza al manifestar que es más importante el entendimiento que tengamos de la situación, que el conocimiento previo que podría hacernos caer en la trampa de los sesgos cognitivos.

Ariely refuerza esto, planteando que cuantas más veces tenemos la ilusión de estar en control, nuestra racionalidad para la toma de decisiones es limitada.  Y Sinek pone en el centro de la discusión su Círculo de Oro la importancia del cerebro límbico y las decisiones instintivas.

En conclusión, la intuición se nutre de la información objetiva y subjetiva que ya sabes…. Por lo tanto tu instinto en la toma de decisión está, en cierta forma, impulsado por datos racionales.

Autor: Daniel Feige – Curador de Contenidos de PHR LATAM

Fuente: Harvard Business Review – https://hbr.org/

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